Ejes de su pensamiento

Los ejes centrales del pensamiento de Santo Tomás de Aquino están llamados a orientar nuestras labores pedagógicas y académicas, y fundamentan la verdadera educación o formación integral de los jóvenes.

Algunos de estos ejes son:

  • Realismo: reconocimiento del ser y valor de la realidad objetiva, tanto en el conocimiento teórico -saber- como en la acción -toma de decisiones morales.
  • Educación integral: contribución al desarrollo armónico e integral de todas las capacidades de cada persona y de sus dimensiones, a través de la práctica de hábitos virtuosos.
  • Universalidad: apertura a todo lo bueno y verdadero, venga de donde venga, para discernir y rescatar todo lo valioso e integrarlo en una visión amplia y profunda.
  • Amor a la verdad: búsqueda desinteresada del saber, motivada por el asombro ante la realidad, a la que se busca adecuar el entendimiento. Por esta razón se promueve el desarrollo intelectual y la recta formación de la conciencia moral.
  • Fe y razón: armonía entre las fuentes racionales y religiosas de conocimiento; respetando los métodos propios de cada disciplina y las opciones de fe personales.
  • Virtudes morales: formación humana integral, que promueva una disposición habitual y constante al bien y se potencia con el ejemplo del docente. Las virtudes son la vivencia en la práctica de los valores y pueden tributar a las competencias.
  • Bien común: integración armónica de los miembros de la comunidad, en pos de la vida buena y feliz de todos y cada uno/a de ellos; poniendo al servicio de los demás las cualidades personales y profesionales.
  • Eminente dignidad de la persona humana: valor especialísimo de la persona en función de su naturaleza espiritual –de la que dimana su libertad- y consecuentemente de su fin específico.