Modelo de Implementación de I+E

¿De qué manera buscamos cumplir con los objetivos propuestos y cómo entendemos el proceso de desarrollo de los proyectos? Aquí te lo explicamos.

Desarrollo de Innovación y Emprendimiento en el CFTST

Alineada con la Ley 21.091, sobre Educación Superior, nuestra Política de Innovación y Emprendimiento establece que el objetivo de innovar es dinamizar procesos de transferencia y contribuir con el desarrollo productivo sostenible de los territorios, la empleabilidad y fomentar el emprendimiento.

Por ello, el desarrollo de este proceso, en el IP-CFT Santo Tomás, comienza con la identificación de oportunidades que permitan conectar nuestras capacidades institucionales y los procesos formativos de nuestras y nuestros estudiantes con las problemáticas y necesidades del entorno.

En paralelo, nuestra política de Innovación y Emprendimiento establece que, para dar cumplimiento a los objetivos definidos, es necesario fundar el desarrollo de la capacidad para crear valor y contribuir al entorno desde el currículo y un relacionamiento territorial con mirada de mediano plazo, alineando nuestras capacidades y proyectos de desarrollo disciplinares con las demandas sectoriales productivas y sociales, así como con los planes de progreso a nivel regional y comunal.

Estas actividades de innovación y transferencia tecnológica deben ser sistemáticas, con metas y evaluaciones, tener como propósito interactuar con el medio y contribuir a problemas productivos y sociales, cautelando la retroalimentación con la docencia, el currículo y los recursos de aprendizaje.

Los procesos que impulsan la innovación y el emprendimiento a partir de esta política se basan en líneas de colaboración que fomentan la interacción entre docentes, estudiantes, la comunidad educativa y los entornos relevantes. Estos apuntan a identificar problemas pertinentes que serán trabajados como oportunidades a través de la exploración y el desarrollo de propuestas de solución que se pueden implementar – preferentemente – de manera curricular, – y opcionalmente – de forma cocurricular y extracurricular.

En el ámbito curricular se busca que las propuestas de valor conduzcan al desarrollo de iniciativas de innovación y emprendimiento que, luego, puedan ser formalizadas asegurando su continuidad a futuro. El apoyo de docentes como mentores de las y los estudiantes, así como los torneos de emprendimiento estudiantil, son mecanismos clave en este punto.

A nivel extracurricular, en tanto, se busca estimular el desarrollo de proyectos, liderados y gestados principalmente por docentes, que ofrezcan soluciones tecnológicas pertinentes a los problemas del entorno. Estos serán patrocinados por Santo Tomás y su financiamiento depende de la obtención de fondos internos o externos, siendo estos últimos públicos o privados.

Con todo, tanto en el ámbito de desarrollo curricular como en el extracurricular, la innovación y el emprendimiento en Santo Tomás se originan a partir de las necesidades del entorno y tienen el mismo propósito: contribuir al desarrollo sostenible y al fomento del emprendimiento en los territorios.

 

El modelo de implementación de la Política reconoce tres alcances de esta, además de la conexión con el entorno; la contribución desde la creación de valor, la dinamización del ecosistema interno y la gobernanza como la base a considerar en el desarrollo de las condiciones y capacidades en nuestra comunidad educativa para impactar positivamente, tanto interna y externamente, con foco en el desarrollo sostenible y fomento al emprendimiento.

Ciclo de Vida del proceso de Innovación y Emprendimiento

El modelo de implementación de la Política de Innovación y Emprendimiento contempla un ciclo de vida del proceso de innovación. Este tiene como punto de origen un problema que requiere solución o bien, una oportunidad para contribuir al entorno y fomentar el emprendimiento, lo que representa el objetivo final.

La creación de valor se trabajará, preferentemente, de modo curricular y la principal vía para estimular la continuidad de cada proceso – con el fin de incrementar la probabilidad de contribución – será a través de proyectos de innovación y emprendimiento.

En todo este proceso se reconocen cuatro etapas principales, que permiten organizar las acciones a llevar adelante y comprender el sentido y valor de cada una.

Etapa 1: identificación de problemas

El proceso inicia con la identificación de problemas y/o desafíos territoriales relevantes que afectan a un sector importante de la sociedad y/o del territorio. En esta etapa el trabajo está focalizado en áreas de interés y valor institucional. La probabilidad de demanda (valor) incrementa en la medida que una solución muestra mayor potencial de contribución.

Etapa 2: ideación de soluciones

Aquí se sistematiza la manera en que se procede ante el problema identificado, para garantizar la concreción de una propuesta de solución en tiempos acotados. Cuando este proceso se asocia a una actividad curricular, el principal valor que mide una o un académico es el rol que desempeñará en el acompañamiento del trabajo que realizarán las y/o los estudiantes.

Etapa 3: proyectos de innovación

Esta etapa tiene por finalidad transformar las ideas innovadoras con valor potencial para dar solución a los problemas identificados, en proyectos que permitan levantar financiamiento, ya sea a través de fondos internos como externos a la Institución.

El apoyo que ofrece la DNIE en esta etapa va desde la orientación para la formulación del proyecto, a la postulación, adjudicación y formalización de este.

El principal valor de esta etapa radica en el desarrollo de la capacidad (en académicos/as y colaboradores/as, principalmente) para identificar el talento detrás de las ideas innovadoras. Esto con el fin de impulsar su desarrollo, incrementando en el mediano plazo la trascendencia de su implementación. A la vez, permite focalizar la asignación de recursos de acuerdo con las necesidades específicas que se identifiquen.

Etapa 4: contribución – transferencia / emprendimiento

La finalidad de esta etapa es la transferencia tecnológica y el emprendimiento – o intra-emprendimiento–, dependiendo de la naturaleza del proyecto. Su valor se encuentra en la potencial contribución que este puede generar en el entorno objetivo, en relación con las metas institucionales.

Cuando los proyectos son de origen curricular, y al igual que en las etapas previas, el rol del académico es clave en este punto, ya sea desarrollando u orientando a las y/o los estudiantes, colaboradores y a las mismas entidades con que la Institución se relaciona.